En el Reino Unido, el chelín era una moneda utilizada desde el reinado de Enrique VII, hasta el sistema decimal en 1971. Antes de decimalización una libra valía veinte chelines, y cada chelín doce peniques; y por lo tanto, una libra 240 peniques.
El chelín fue reemplazada por la pieza de decimal de cinco peniques, que inicialmente era de idéntico tamaño y peso, y tenía el mismo valor.
La palabra chelín proviene de Schilling; un término contable que se remonta a la época anglosajona que hacía referencia al valor de una vaca en Kent o una oveja en otro lugar.
Después de revalorización de las monedas Inglesas en 1816, el chelín fue estandarizado con un peso de 5,7 gramos y un diámetro de 24 mm. En 1920, junto con otras monedas nacionales, el contenido de plata se redujo de 92,5% (plata esterlina) al 50%, y en 1947 a puro cupro-níquel.
Las moneda de un chelín emitidas en la mayor parte del siglo 20 era prácticamente idénticas en tamaño y peso a la moneda de 1 Marco alemán (suficientemente similares como para ser intercambiables en las máquinas que funcionaban con monedas). Esto se reflejó anteriormente a la Primera Guerra Mundial cuando al cambio 20 marcos valían una libra; desde la retirada de la circulación del chelín el marco vale seis veces más.
Durante el reinado de Isabel II, se acuñaron dos tipos de chelines diferentes: unos con un león de tres colas sobre la corona real en Inglaterra, y otros con un león rampante sobre la corona real en Escocia.
Los últimos chelines acuñados fueron emitidos en 1967, aunque pruebas fueron emitidas anteriormente como parte de series para coleccionistas en 1970. En 1968, las nuevas monedas de cinco peniques (inicialmente llamada "cinco peniques nuevos"), con el mismo peso y especificaciones, comenzaron a reemplazar al chelín; las cuales heredaron el nombre coloquial del chelín -bob-. Los chelines y florines se mantuvieron en circulación, junto con las nuevas monedas de 5 y 10 peniques hasta 1990; cuando se introdujeron las nuevas monedas más pequeños de 5 y 10 peniques.